Amor:

Da todo por quien ames -si es recíproco-,

Y sí da todo por el amor -a tu alrededor-.

Verdad: aquéllo que es cierto.

Mucho se habla hoy de qué es verdad. Cómo que todo puede serlo, o como que es cuestiones de opinión.

Lo cierto es que la verdad es cuestiones de opinión en la heladería. Cuando uno elige un gusto... las llamadas "cuestiones de gusto".

Cuando ya empezamos a hablar de -opinión- apropiadamente, hablamos de -fundamentos-, pues claro está que con ellos se dan las opiniones.

Y cuando hablamos de -fundamentos-, ahí entran a jugar vital importancia el tema de los libros, las lecturas, los estudios y por supuesto la inteligencia para razonar.

La experiencia... es decir aquello que se lo pone como separado de los libros, cuando en realidad participa de ellos de una forma especialmente íntima y segura desde siempre.

En fin, la verdad es "aquéllo que es cierto", o al menos fidedigno diría yo respecto de cierta representación verbal de la realidad; también aquello relativo a los gustos y a la subjetividad.

La subjetividad es en realidad una cosa mucho más amplia, y no atañe a los gustos solamente, sino a toda una interioridad que también tiene sus leyes concretas; la "consciencia" por ejemplo.

E incluso quienes tengan la consciencia adormecida en ciertos aspectos, están inmersos en la realidad... psiquiátricamente serían perversos, psicológicamente mal-influenciados, etcétera.

En fin, la verdad es aquéllo a lo cuál nos conviene estar bien adaptados, pues es sinónimo de realidad (parafraseando a un presidente argentino) tanto externa como internamente.

Inteligencia: capacidad mental.

Sé que muchos piensan que la inteligencia es una capacidad dada. Sobre todo en generaciones anteriores a la mía. Incluso en la mía.

Lo cierto es que "inteligencia" es verbo más que sustantivo. Y ¡ojo! no un verbo de estilo mental, sino más bien fáctico.

Para medio mundo lo mental está más cercano al corazón que a lo cerebral. La mente, en Oriente, es el alma.

El corazón... y -las concretas acciones- que vienen de allí. Es decir lejos del concepto de algo dado.

Dos veces verbo... acciones, y acciones del co-razón. Obsérvese bien esta palabra: co-razón.

Es como un entendimiento logrado de a dos. ¡Cuántas veces nos duele tener razón!

Por eso, el buen diccionario les acerca a ustedes este término renovado.

El bien, la belleza y la verdad están en juego... ¡A entenderse!.

Éxito: resultado a menudo feliz o muy bueno.

Parece muy cierto. Si eres escritor, que se lean tus libros. Si eres abogado, ganar muchos casos.

A mí particularmente me ha tocado conocer personas exitosas. Personas con cierto o mucho reconocimiento.

De ellas, la mitad ha tenido un reconocimiento interno también. Es como un "fan" interno cuya opinión era la más importante.

La otra mitad, por dentro no tenía un fan, sino más bien un anti-fan. Alguien que les decía: "No lo valés. ¿Cómo lo sostendrás?".

Ya decía Aristóteles que el éxito depende de los otros. Si no viene acompañado de tu interior... incalculablemente triste.

Hay un antídoto contra la desesperación de los resultados, y ese es el éxito de que tengas una vocación.

Intimidad: aquello que se mantiene en una esfera privada.

Todos hacemos tributo a la intimidad. No queremos que se sepan nuestras cosas.

Pero a la vez, también queremos ser apreciados en lo social. Hacemos pues tributo a lo social también, con la moneda de nuestra intimidad.

Subimos fotos en Facebook, para que de algún modo se nos aprecie en lo social... en un bar, en un viaje, es decir que revelamos nuestra intimidad pro prestigio.

Pero a la par de que queremos ser apreciados en lo social, queremos tener algún control sobre ello. Por eso corremos para ver cómo hemos sido "etiquetados" en las fotos.

Y si hay problemas, "que los trapitos se laven en casa". Mostrarnos, pero a la vez que se muestre lo mejor.

Es natural que eso pase, querer que se vea lo mejor de nosotros... pero nosotros ¿devolvemos el favor?.

¿Cómo "etiquetamos" a la gente... ¡en la vida!? ¿Y si hay un conflicto... calumniamos?

Si hay un conflicto verdad/intimidad, elige bien. No calumnies; DEMUESTRA.

Festejos: oportunidades para el desasosiego.

Cierto es que con los festejos nos soltamos. Es como una des-inhibición máxima. Algunos excesos...

Comidas, bebidas, estimulantes. Músicas y voces exaltadas. Todo esto tiene que ver con los festejos.

Pero también hay otra dimensión de la palabra festejo, no tan relacionada con el término exaltación.

Festejamos cuando recordamos a alguien que ya no está. Le hacemos un encomio oportuno.

También cuando honramos determinados valores, los festejamos, aún en la adversidad.

El festejo debe ser más que un entusiasmo, para que sea duradero, incluso felicidad.

Aceptando la vida cómo es, con dolor inclusive, con sus sinsabores e injusticias.

Ponerle amor a todo, y nuestra humilde forma de ser, es el festejo máximo.

Pasiones: aquello que nos apasiona.

Hablamos de las pasiones siempre bien. Cuando vemos una novela, cuando nos reímos a carcajadas, y hasta cuando justificamos la violencia.

Por otro lado la equiparamos al término vocación, a las cosas que nos gustan, y a los distintos bienes que nos dispensa la Naturaleza.

Son como cosas que están adentro y fuera de uno mismo. Como que las vemos, y nuestro corazón se acelera.

A mí me pasa con los deportes, con los libros, y con ciertas personas. Con ciertos tonos de voz, con la música, y con la pintura. Y por supuesto con los niños y con infinidad de otras cosas.

Pero también pasiones son cosas que nos aprisionan. Cosas que nos esclavizan, como por ejemplo la concupiscencia.

También nuestro modo de reaccionar ante la adversidad, a menudo infantil y haciéndonos nosotros los principales enemigos de nosotros mismos.

Enojándonos, lastimando, usando. Queriendo tener poder, codiciando, envidiando. Odiando en definitiva, hablando mal de la gente total... "el fin justifica los medios".

Y este es el significado principal de las pasiones... están allí en nuestro corazón, trayéndole pesar. Siquiera el amor (que también está allí) se les compara, porque además: "el amor es acción".

El amor es querer el bien del otro, incluso a pesar del nuestro. De modo que lejos de ser un sentimiento o una pasión, es una de las tantas cosas esenciales de nuestro bien, encerradas en un corazón "pasional".

Nuestro propio egoísmo,

nuestra auto-indulgencia.

Familia: grupo de personas con roles determinados.

Hoy en día la palabra familia se ha deformado un poco. Es como una pileta en la que pretenden que quepa un elefante. Y luego, con el elefante adentro (si es que cupiera), decir: "esto es una familia actual".

Yo tengo una biblioteca, una sola pues cientos de libros los termino intercambiando o terminan entre la ropa. Siquiera hay sólo libros en mi biblioteca, pues está también esta computadora de trabajo desde la que escribo.

Pero sigue siendo biblioteca... si yo la serruchara, tirara las partes a un asado, y en ese mismo asado recibiera un libro de regalo, no iría a decir: esperá que lo guardo en la biblioteca, disponiéndome a arrojarlo al fuego.

De igual modo, tú puedes renegar a diestra y siniestra respecto de la palabra familia, masticándola como un chicle y relativizándola hasta donde se te dé la gana. Tú, o un grupo de tú, no importa. Tú o la moda o quién sea; ¿se entiende?

Llamarás familia a algo que no lo es, y probablemente a lo que es familia lo llamarás de otra forma. Dirás cosas como: "que tenga familia no dice nada de su sexualidad"; "familia tipo no hay"; "no se elige a la familia"; "prefiero los amigos"...

En fin, despotricarás como un niño ante el baño. Pero no tendrás -una familia- entre tus manos. Tendrás migajas de algo, rastros cortantes de algo que es una contradicción en tu mente, y en tu forma de ver las cosas. No en la realidad.

No resquebrajes tradiciones, valores, vida.

Soledad

Este es un tema muy temido hoy en día. La gente hace grupos para jugar al fútbol,
grupos para salir a bailar, grupos para... ¡pertenecer!.

El utilitarismo por pertenecer aumenta. Hay grupos para todo... ¿y las personas?
Parecieran desesperadas por tener amigos... ¡amigos tipo Facebook!.

A ver... los amigos de Facebook; ¡No son amistad!. Amistad es la que se cultiva,
la que se honra, durante años, y durante muchos años más que el tiempo confirma.

De igual modo, soledad es egoísmo, es tomar a la gente como objeto de pertenecer.
Si quieres pertenecer, házte de un club. Si quieres pertenecer, pertenécete a tí mism@.